Tener una articulación afectada por la artritis y artrosis puede ser un obstáculo para llevar un estilo de vida activo. Los dispositivos, como las ortesis y los soportes, pueden ser útiles para las personas que padecen la enfermedad. Desde realizar tareas cotidianas hasta participar en actividades físicas, las ortesis y los soportes proporcionan estabilidad externa, compresión y calor a la articulación afectada. Esto puede ayudar a aliviar el dolor y las molestias, reducir la inflamación y mejorar la movilidad.
Las ortesis y los soportes pueden ayudar de diferentes maneras, dependiendo de la construcción técnica y la composición del material. Por ejemplo, las rodilleras que se colocan alrededor de una articulación de rodilla con artrosis proporcionan estabilización y permiten un movimiento más controlado. Pueden desplazar el peso ejercido sobre la articulación y los tejidos circundantes, reduciendo la presión en la zona afectada. Esto, a su vez, puede disminuir la inflamación y el dolor, lo que hace que estar de pie y caminar sea más fácil para las personas que padecen esta afección.
Para las articulaciones afectadas por la artrosis de rodilla, el ejercicio instruido puede ser una forma de controlar los síntomas de rigidez y dolor. Llevar un soporte durante la terapia de ejercicio puede aliviar la articulación afectada y ayudar a prevenir lesiones.
Los soportes pueden proporcionar beneficios específicos a quienes viven con artritis y artrosis:
Mayor estabilidad:
Las ortesis y los soportes pueden ayudar a alejar el peso de la zona dañada de la articulación, ayudando así a reducir el dolor y las molestias.
Reducción de la inflamación:
Varias ortesis y soportes proporcionan calor y compresión, lo que puede ayudar a reducir la hinchazón y contribuir a aliviar el dolor.
Reducción de la presión:
Las ortesis y los soportes que tienen una zona recortada pueden ayudar a reducir la presión y aliviar las molestias a la vez que dan soporte a las zonas circundantes.